Ventajas de tener una calefacción en tu piscina

Temperatura adecuada del agua

A veces, meterse en el agua puede resultar todo un reto. Sobre todo, a primera hora de la mañana cuando el sol todavía no llegado a su punto más alto, el agua de nuestra piscina puede estar fría. Además, hay que tener en cuenta que al depurar el agua y gracias a los sistemas de filtración y limpieza, el agua baja su temperatura.

Por eso muchas familias buscan calefacciones para la piscina y evitar sensaciones desagradables a la hora de darse un baño; ya que el sol generalmente no suele calentar lo suficiente el agua de la piscina. De hecho puede generar una sensación más fría al contacto con el agua si la temperatura ambiente es muy alta, debido al contraste.

Beneficios terapéuticos y deportivos

Darse un baño puede considerarse una terapia para nuestro sistema cardiovascular. El agua tiene beneficios para nuestra salud además de ser considerado un medio de relajación.

La natación es un deporte para todas las edades que puede beneficiarnos. Si dedicamos las mañanas a hacer unos largos puede ayudarnos a notar mejoría en ciertos músculos. Pero el agua suele estar algo fría por las mañanas por lo que a veces cuesta meterse y lo utilizamos como excusa para dejarlo de lado.

Para que esto no ocurra, la mejor solución es instalar una calefacción en la piscina. De esta manera, el agua tendrá una temperatura agradable desde primera hora de la mañana y podrás hacer ejercicios que mejoren tu bienestar.

Mayor tiempo de uso

Otra de las ventajas de tener una calefacción instalada en la piscina, es la idea de poder alargar tu temporada de baño. La temporada de uso de las piscinas suele rondar los 3 o 4 meses, en función del clima de la zona. Sin embargo, si le añadimos un sistema para calentar el agua, podemos alargar ese tiempo hasta los 6 meses o incluso todo el año, dependiendo de las condiciones meteorológicas.

De esta manera aunque no sea verano podrás darte un baño en familia sin tener que pasar frío en el agua. Es una buena forma de alargar la temporada y amortizar la piscina en los meses que no sean tan cálidos.

Fácil instalación

Lo primero y más importante para mantener el agua lo más caliente posible (y además permitirá evitar que la suciedad entre en la piscina) es la adquisición y utilización de una cubierta térmica de piscina. Está cubierta se pone muy fácilmente cuando nadie se está bañando. Se puede poner manualmente sobre la superficie de la piscina o gracias a un enrollador de piscina, tanto para piscinas desmontables como piscinas de obra.

Los sistemas de calefacción que suelen utilizarse en las piscinas no requieren de gran complejidad a la hora de instalarse. Las bombas de calor tradicional, pueden instalarse en el exterior de la piscina siempre y cuando se encuentren en una zona ventilada.

La bomba de calor genera el calor para el agua de la piscina a partir del aire, se tiene que conectar en by-pass con el sistema de filtración para que el agua circule en el sistema de calefacción.

Otro tipo de sistema de calentamiento fácil de instalar es la calefacción solar. Esta se coloca en el exterior de la piscina y se nutre de la luz solar para garantizar el calor del agua. Cuanto más expuesta esté al sol la calefacción, más efectiva será ofreciendo una temperatura más agradable para el agua de la piscina.

La calefacción solar consta de paneles solares que se unen a la piscina mediante mangueras por lo que su instalación es muy fácil y rápida, sin necesidad de recurrir a ningún experto. Además es un sistema que no requiere ningún sobrecoste y es una forma ecológica de mantener el agua caliente.

Como veis, instalar un sistema de calefacción para aumentar la temperatura de nuestra piscina puede tener muchas ventajas. Desde GRE queremos animarte a que eches un vistazo a todas las opciones para que puedas elegir la que más te convenga. De esta manera, podrás disfrutar con los tuyos de tu piscina durante más tiempo